viernes, 13 de marzo de 2015

En busca de una rutina para las mañanas

Hoy inicio una nueva búsqueda: ¡La rutina mañanera!.
Tener una cierta “certeza” de que cada día, alguna de las cosas importantes para mí se harán tempranito por la mañana— desde la compra hasta una ilustración— me da mucha tranquilidad. Los que me seguís lo sabéis, tengo mucha prisa por los resultados, y esto hace que necesite cierta organización en mi vida para poder susurrarle a mi mente “ tranquila pichona, hemos hecho ya algo importante para mí o los míos, he avanzado un paso, esta tarde podrás descansar tranquila”.

Da igual si cada mañana te diriges a un puesto de trabajo, si llevas a los niños al cole o si te quedas en casa, tu rutina mañanera está en tus manos, desde el momento en que abres los ojos hasta el momento en que enciendes el ordenador. Esta rutina puede transformarse en un hábito DIARIO que te permita dedicar 10-15 minutos a cosas importantes para ti y que así no queden desatendidas: limpiar, ordenar, hacer el desayuno, el almuerzo, la compra, ejercicio, meditar, hacer la cama, afeitarse, depilarse, escribir, dibujar o estudiar.
Hoy empiezo con un horario laboral
He estado viviendo en cierta anarquía en los últimos meses
Tener libertad de horarios y estar en casa te permite ser muy flexible. Eso es una gozada, y puedes interrumpir la jornada cuando es necesario. Te adaptas a las circunstancias. Sin embargo, el hogar puede parecer una oficina llena de incendios: hacer compras, pensar en la comida, el grifo que gotea, el baño hoy se ve más sucio, ahora preparar la comida, el jaleo de los vecinos, la llegada de un paquete, etc. Deliciosas fuentes de distracción cuando no tienes el día muy fino. Tanto atender como desatender estas interrupciones me produce cierto nerviosismo: Si atiendo la casa, siento que no estoy trabajando. Si no atiendo la casa, repercute en mi bienestar y en mi trabajo. Así que la nueva rutina mañanera tiene que estar orientada a apagar algunos de estos “fuegos” que me inquietan. Al menos, la comida y la limpieza.
Por otra parte esta falta de horarios y rutina afecta a mi trabajo. Mi problema no es ponerme a trabajar. Mi problema es ponerme a descansar. Y este problema se agudiza cuando por fin estas trabajando en las cosas que te encantan. La fina línea entre el trabajo y el ocio se rompe, e intento descansar… trabajando.
Mi idea es iniciar este hábito hoy y ponerlo a prueba unas semanas, a ver si consigo afrontar la mañana de manera más tranquila y descansar más por la tarde-noche. La idea será adaptarla según algunas cosas funcionen o noté que hay algunas carencias:
Mi super rutina mañanera
  1. Levantarse a las 7:00
  2. Preparar el té
  3. Solucionar las comidas del día (¿sacar algo del congelador?, ¿ hay que ir al mercado?)
  4. Tomar el té mientras repaso que voy a hacer
  5. Hacer una limpieza exprés allá donde considere (≈10min)
  6. Hacer una tarea importante concentrada y sin conectarme a internet ( a no ser que sea necesario) – ¿ mercado, recados, ñapas, lavadoras, ilustración, escribir?
  7. Despertar a mi pareja y desayunar juntos (8:30)
  8. Inicio de la jornada laboral (previamente planificada la jornada anterior) o tiempo que me llevara hacer las 2 tareas importantes restantes. Sin interrupciones excepto para comer. Tiempo limite, las 18:30. A esa hora cierra el chiringuito y a vivir.
Esto es una rutina personalizada para mí, una mujer de 30 años que trabaja en casa, vive en pareja y que no tiene hijos. Cada cual puede establecer su rutina, incluyendo sus necesidades. Empezar la mañana con una limpieza rápida puede ayudar mucho en una casa con pequeños o donde todos trabajan fuera . Tener una tarde despejada de recados se puede aprovechar con la familia y mayores de la casa. Además, este tipo de retos, ayudan mucho a conocerse a uno mismo. Aprendes cuales son tus ciclos de energía-descanso y que cambios en tu vida te hacen sentir bien.
Facilitando mi nueva rutina
Como os comente cuando empecé a levantarme temprano, lo mejor es facilitar este tipo de rutina, ya que tendemos a auto-sabotearnos a la mínima dificultad.
¿Voy a preparar el té? Dejaré la taza limpia,
¿Hay que ir al mercado? Lista de la compra preparada y carrito en la puerta,
¿Hare cierta tarea? Dejaré lo que necesites preparado por la noche,
¿Y lo las importante?
¡Poner esta lista en la nevera! 
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