lunes, 27 de abril de 2015

La tecnología sin formación no ayuda a tu negocio y hunde tu productividad

El pasado jueves se emitió otra nueva entrega de "Pesadilla en la cocina", el reality que muestra los problemas de muchos establecimientos de hostelería para salir adelante, en este caso en el Restaurante "Brasas" en Luarca, Asturias. Entre las mejoras que introduce Chicote se puede ver un nuevo sistema electrónico de gestión de punto de venta, un TPV, que incluye comanderos e impresoras de cocina. Sin embargo, a poco de empezar el camarero que debe utilizarlas quiere volver al lápiz y el papel. Y es que la tecnología sin formación no sirve de nada.
Es normal que tengamos dudas a la hora de empezar a utilizar un nuevo sistema informático para hacer cualquier cosa. Lo importante es que tengamos la voluntad de afrontar este cambio, que en el caso de este camarero no era así. Nos sentimos más cómodos con lo que ya conocemos y sabemos utilizar, por eso el papel y el bolígrafo nos parece una buena idea.
Sin embargo, no es algo que sea escalable. Al tomar la comanda de forma electrónica, se produce unflujo de trabajo que ahorra tiempo y mejora la productividad. Por un lado, el camarero no tiene que ir a la cocina a cantar los platos, automáticamente sale por la impresora que tienen y los cocineros pueden empezar a preparar.

Por otro lado, a la hora de pedir la cuenta, no tenemos que volver a introducir en la caja los platos que nos han pedido, ya están en el sistema asociados a su mesa. Todo esto hace que los empleados sean más eficientes. El camarero pasa más tiempo en la sala y puede atender y recoger más mesas dejándolas listas para nuevos comensales. A los cocineros les llegan las comandas en el momento y pueden empezar a preparar antes los platos, reduciendo el tiempo de espera de clientes.
Todo esto hace que en un restaurante el número de comidas que se pueden dar en un servicio sean mucho más alto y la satisfacción de los clientes con la atención recibida sea mejor. De esta forma mejoramos la facturación y la fidelización de los clientes. Con ello ya sólo nos queda centrarnos en la base de nuestro negocio, la cocina y que los platos estén buenos.
Gracias a ello recuperamos la inversión realizada en tecnología y hacemos nuestro negocio mucho más rentable de lo que era antes. Para todos aquellos que piensen que antes con papel y lápiz se trabajaba mejor no tienen más que ver que cuando estos dispositivos no funcionan el negocio se colapsa con cuatro mesas.

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