lunes, 2 de noviembre de 2015

Ni halagos ni insultos para triunfar

Cuando tomamos la decisión de emprender un negocio o aceptamos un trabajo estamos tomando una decisión, pero aunque nos pasamos el día tomándolas, éstas son importantes para nuestro futuro. Dinero, tiempo y esfuerzo son una gran inversión. Además de la ilusión.
¿Os vienen a la mente las declaraciones de Pau Gasol dos días después del partido contra Francia? "No hago mucho caso ni de los halagos ni de los insultos, sólo quiero estar tranquilo. Lo que consigamos es fruto del día a día". Más o menos esas fueron sus palabras a una emisora de radio.

Ni eres tan bueno, ni eres tan malo

Además de poseer una buena titulación, experiencia o contar con conocimientos, una personalidad equilibrada, donde las emociones estén presentes, pero no sean ellas las que tomen las decisiones por ti, es fundamental al iniciar un proyecto o cuando aceptas ese trabajo.
  • Los halagos distraen
A mí me ha pasado, frases del tipo "tú sabes más de lo que dices" han querido que me resultara halagador y no ha sido así, se trataba de una estrategia para cargarte de más trabajo porque nadie más estaba dispuesto a hacerlo o eras la nueva.
A la hora de montar un negocio, podemos escuchar frases donde con toda la buena intención del mundo, no traten de apoyarte sino de magnificar tu idea. ¿Es apropiado? No. Mucho mejor mantener los pies en la tierra y confiar en el día a día.
Los éxitos se logran con esfuerzo y sacrificio, algo de lo que normalmente no son testigos los demás. Sólo cuando consigues que tu producto, proyecto o en tu trabajo te vaya bien, serás visible para los demás.
  • ¿Nada de celebraciones?
Sí. Demos una fiesta. Es decir, reconozcamos nuestro trabajo. Recibir una palmada en la espalda o que reconozcan nuestra labor está bien, es motivador y un gesto para seguir adelantes, pero nada de vivir instalado en una nube.
No hace falta mencionar a grandes empresarios conocidos a nivel internacional, el ejemplo del éxito lo tenemos cerca, el tipo que tiene abierto un local desde hace veinte años y le va bien, es la prueba.
La constancia, el afrontar la adversidad con calma, mantener a raya la euforia en época de bonanzas y la mente fría en las malas rachas es la fórmula mágica.

¿Qué estará haciendo Pau Gasol?

Descansar unos días y entrenar. Y se entrena sin focos, ni cámaras ni aplausos. El trabajo duro no se halaga porque no se ve, pero nada, a no ser que un golpe de suerte te acompañe, se logra sin el trabajo duro que no es otro que superarse y disfrutar de lo que haces, incluso cuando nadie te "aplaude".

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